Desde que el ser humano conoció la agricultura, la necesidad de guardar los productos recogidos en las mejores condiciones posibles cobró especial relevancia. Griegos, egipcios, romanos y todas las grandes civilizaciones empleaban grandes superficies destinadas al almacenamiento y acopio de diferentes productos agrarios (sobre todo grano y cereales) antes de su envasado, transporte o manipulación. Ellos ya conocían lo qué es un silo de almacenamiento, pero ni disponían de materiales ni de las técnicas de fabricación como las que tenemos la suerte de disponer hoy en día. ¿Cómo han evolucionado estos elementos? Y ¿para qué los empleamos en la actualidad en la industria agroalimentaria? En Calero lo analizamos a continuación.
¿Qué es un silo?
Si queremos saber qué es un silo de almacenamiento, la RAE (Real Academia Española) nos dice que es un lugar seco que sirve para el almacenamiento del trigo, semillas, otros granos o forraje. Pero la realidad va mucho más allá; sirve para el acopio de muchos materiales o productos como el cemento o minerales, por poner otros usos característicos, y algunos de ellos hasta pueden estar dotados de elementos tecnológicos capaces de realizar dosificaciones muy precisas de los productos.
Ya en la Grecia clásica los utilizaban, manteniéndose hoy en día su aspecto, pero no el material con el que se fabrican. La funcionalidad original de un silo era el tener un espacio seco y aislado de la climatología exterior para mantener los productos agrícolas protegidos para su consumo o transporte posterior.
Hoy en día, entendemos un silo de almacenamiento como una estructura metálica vertical con forma cilíndrica y una base cónica que es por donde sale el material almacenado. También los hay cuadrados, rectangulares y con otras geometrías, pero en realidad, se puede aceptar que un silo hace referencia a un espacio cerrado y estanco que sirve para proteger un material almacenado, y esto puede ser desde una estructura prefabricada con forma cilíndrica hasta una pequeña construcción hecha de fábrica de ladrillo, como todos podemos ver en las carreteras españolas si nos fijamos un poco.
En qué sectores se utilizan las tolvas
Las tolvas se instalan a una altura determinada para que los productos puedan ser descargados por gravedad y vayan a parar a los elementos de recogida. El material se vierte por la parte posterior y este se va deslizando hacia su parte inferior donde es canalizado hacia la salida por una especie de embudo. En su parte más baja tiene una compuerta, gestionada de forma manual o eléctrica, que se abre y deja salir el contenido.
Es precisamente en esa parte más baja, donde pueden instalarse determinados elementos que varían su funcionalidad original. De esta forma, dependiendo del modelo, pueden integrarse sistemas que permiten moler, triturar, disolver o, incluso, diferenciar los productos.
Al mismo tiempo, una tolva de pesaje puede llevar incorporados ciertos sistemas de gestión que pueden estar conectados con un procesador para poder identificar numerosos aspectos del producto que se va vertiendo. Gracias a la alta precisión que desarrollan, estos equipos son muy utilizados como sistemas dosificadores en industrias tan exigentes como la química o la farmacéutica.
¿Para qué se utilizan los silos?
Un silo es el encargado de almacenar un producto para su buena conservación o para su transporte. En la industria agroalimentaria, cuando se hace la cosecha y se lleva toda la producción a la fábrica, es necesario acopiar el alimento para su posterior manipulación y fabricación final. Un buen almacenamiento del grano, por ejemplo, permite alargar su comercialización, así que su acopio es fundamental en la primera fase de cualquier proceso agroalimentario.
Los diseños actuales de silos de almacenamiento permiten otro tipo de usos en la actualidad, es el caso de la industria cementera y del sector de la construcción. Algunos están diseñados para almacenar el cemento, pero pueden traer incorporados en ellos mezcladores para fabricar morteros. También se han adaptado a usos militares; es el caso de los famosos misiles alojados en silos, evidentemente de diferentes características, pero silos al fin y al cabo.
Diferencia entre silos y tolvas
Una vez que se sabe qué es un silo de almacenamiento, es fácil poder confundirlo con las tolvas. Ambos sirven para el almacenamiento y acopio de un producto. También suelen estar hechos de los mismos materiales (generalmente acero inoxidable). Estas son sus diferencias:
- Una tolva de almacenamiento suele ser más pequeña que un silo y suele estar anclada a una especie de estructura que le sirve de apoyo y, también, para transportarla.
- Mientras que un silo tiene un aspecto cilíndrico, las tolvas suelen ser de cónicas (con forma de embudo), con bases superiores cuadradas, circulares o rectangulares.
- Los silos suelen ser utilizados en aquellos casos en los que el almacenamiento del producto suele ser por una gran cantidad de tiempo, mientras que las tolvas se eligen para periodos cortos de acopio.
Si se quiere conocer todo lo relativo a una tolva de almacenaje, en otro artículo de nuestra web explicamos todo lo que hay que saber sobre ella.
¿Cuáles son los silos más utilizados en el sector de la alimentación?
La elección del tipo y del tamaño del silo vendrá en función del producto y de su cantidad que se quiera almacenar. De forma generalizada, dentro de la industria agroalimentaria, los más usados son:
- Silos de cereales o granos: Suelen ser los habituales en industrias donde el sector primario está más desarrollado.
- Silos de maíz: Utilizados en la industria agraria para dosificar y almacenar la comida de vacas, ovejas y otros animales.
- Silos metálicos: Son los más apropiados para el almacenamiento de cereales. Suelen ser de montaje fácil y garantizan la seguridad, la conservación y la higiene de los productos almacenados y de su manipulación.
Calero fabricantes de maquinaria agrícola
Como fabricantes de maquinaria agrícola, en Calero diseñamos y comercializamos silos de varios tamaños y medidas en función de las necesidades que se tengan, adaptándonos a los requisitos de nuestros clientes. Nuestros depósitos están especialmente indicados a recepcionar, almacenar y dosificar productos tan diferentes como aceitunas, cereales, almendras, etc. Contamos con la tecnología más avanzada de fabricación y empleamos los mejores materiales para que nuestros productos alcancen grandes longevidades en el tiempo.
Los silos de acopio de alimentos Calero están fabricados con acero, un material que otorga una gran flexibilidad y resistencia a estos espacios de almacenamiento. Además, destacan por su gran longevidad y el poco desgaste que experimentan por ser antiadherentes y antiabrasivos, cualidades que los protegen y que son capaces de resistir la abrasión y el rozamiento continuo al que se ven expuestos.
Ahora que conocemos perfectamente qué es un silo de almacenamiento, es fácil entender la gran importancia que tienen estos elementos en la fase inicial de la cadena de producción de una industria agroalimentaria. Y los silos Calero cumplen perfectamente la función para la que son diseñados. Para más información, puedes ponerte en contacto con nosotros y estaremos encantados de resolver tus dudas.